miércoles, 27 de mayo de 2015

Mayor goleada y diferencia ante Nacional

Castro y Barilko festejan el segundo gol



Hoy 27 de Mayo de 1995 Liverpool le propinó a Nacional una contundente victoria por 3 a 1 en el Centenario.








El encuentro, válido por la penúltima fecha del Campeonato Apertura, se disputó en el Estadio Centenario ante 13.290 pagantes. Nacional llegaba al partido para defender su condición de puntero del Apertura con 23 unidades (2 más que Peñarol) y Liverpool, de excelente campaña y con 19 puntos, para tratar de quedar a tiro del tricolor y expectante en la última fecha.

¿Ganó bien Liverpool? La respuesta es sí, más allá de algunos apuros a los que se vio sometido cuando la oncena tricolor apretó el acelerador, más con el corazón que con el cerebro. El equipo de Miguel Puppo sorprendió en el arranque, dejando de lado especulaciones, por eso no sorprendió la apertura negriazul a cargo de Diego Seoane, ya que su equipo había tenido dos tiros en el palo y una pelota que Méndez sacó en la línea. Nacional se sintió tocado en su amor propio y salió a buscar el empate, pero se encontró con un sólido muro defensivo. Solo la espectacularidad del golazo de Canobbio (remate al ángulo) explica el empate transitorio.

En el complemento la situación se modificó ya que el juego se equilibró nuevamente. A los pocos minutos William Castro se paró detrás de la pelota y ejecutó magistralmente un tiro libre. Dos a uno y otra vez a remar de atrás para Nacional, que volvió a ser un malón, pero sin orden. Machacó y machacó pero nuevamente se encontró con la solidez defensiva de Liverpool. Hasta que, a pocos minutos del final del partido, el conjunto de la cuchilla sacó un rápido contragolpe y Diego Seoane quedó mano a mano con Zeoli, quien le contuvo el remate, pero no pudo evitar que el delantero tomara el rebote y entrar literalmente "caminando" al arco para convertir el gol que significó la estocada final para Nacional. 

Con este resultado Nacional pierde la punta del torneo a manos de Peñarol y el campeonato se torna apasionante ya que Liverpool también se mete en la pelea. El negriazul debe vencer a Defensor Sporting en la última fecha y esperar que no ganen los dos grandes para tener chance de ser campeón.

Los detalles del partido son los siguientes:

Liverpool: Bogado, Suárez, Díaz, Puente, Morán, Beninca, Barilko, Destéfano (81' Guidi), Castro, Correa (71' Rodríguez), Seoane
Director técnico: Miguel Puppo

Nacional: Zeoli, Méndez, Canals, Gómez, Domínguez, Gutiérrez, Abeijón, Badell, Edu Marangón, Canobbio, González (54' O'Neill)
Director técnico: Hugo Fernández

Goles: 13' Seoane (L), 32' Canobbio (N), 51' Castro (L), 80' Seoane (L)

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Para los que asistieron a ese sensacional partido disputado en 1995, el recuerdo será imborrable. Nacional era el líder y no quería dejar la punta en manos de su tradicional rival. Liverpool venía entonado y jugando buen fútbol, por lo que el encuentro resultó muy atractivo y la victoria ampliamente disfrutable. 

No son muchas las victorias ante los tricolores por el Campeonato Uruguayo a lo largo del profesionalismo. De las 15 oportunidades en que salimos vencedores, en tres ocasiones marcamos tres goles (01/08/1942 - Liverpool 3 Nacional 2, 27/05/1995 - Liverpool 3 Nacional 1 y 27/05/1995 - Liverpool 3 Nacional 1) y en cuatro partidos ganamos por dos goles de diferencia (15/10/1944 - Liverpool 2 Nacional 0, 30/09/1973 - Liverpool 2 Nacional 0, 30/03/1975 - Liverpool 2 Nacional 0 y 27/05/1995 - Liverpool 3 Nacional 1). 

La victoria de 1995 conjuga la mayor cantidad de goles convertidos (3) y la mayor diferencia (2). Sumado esto a la trascendencia de la victoria, dejando a Nacional sin la punta y a Liverpool con chances de ser campeón (aunque sin depender de sí mismo) en la última fecha, hemos elegido este partido como la mayor goleada y diferencia ante Nacional por el Campeonato Uruguayo en el profesionalismo en nuestros primeros 100 años de vida.

En la época amateur, se destaca la goleada por el Campeonato Uruguayo de 1929 cinco tantos a cero ante los tricolores, victoria contundente sin lugar a dudas y que no pudo ser superada en la era profesional.